5 datos divertidos que te ayudarán a mejorar la piel de tu rostro

Cada tipo de piel requiere un tratamiento ligeramente diferente. Hay algunas cosas que sólo le funcionan bien a un tipo de piel, pero existen también técnicas de cuidado facial que mejoran todo tipo de pieles. ¿Te gustaría tener una piel perfecta y suave? Lee estos 5 datos divertidos para aprender lo que tu piel necesita y cómo satisfacer esas necesidades de forma efectiva.

El secreto de una piel bonita es simple: debes tratar tu piel con los productos que le aporten todo lo que necesita. Aunque a cada tipo de piel le faltan unos nutrientes diferentes, hay una sustancia que siempre debería aportarse, y es el agua. ¿Sabías que hay algunos trucos universales que pueden ayudarte a disfrutar de una piel preciosa sin importar la edad que tengas? Sigue leyendo para ver si los conoces. Gracias a este artículo, también aprenderás cómo mejorar fácilmente tu tipo de piel en particular. En un momento, aprenderás las necesidades de tu piel y este conocimiento seguro que te ayuda a romper los malos hábitos de cuidado de la piel, si acaso has desarrollado alguno.

¿Cómo cuido mi piel en casa?

¿Piensas que conoces todos los tratamientos para mejorar la piel en casa? ¿Conoces todos los trucos que te permiten disfrutar de la mejor versión de tu piel? Sigue leyendo para descubrirlos.

1. Necesitas usar protección solar durante todo el año

Este es uno de los errores más comunes del cuidado de la piel. La falta de protección solar y el uso poco frecuente de protector solar afecta negativamente a la piel. Hay que tener en cuenta que la piel tiene que estar permanentemente protegida para prevenir todos los efectos adversos que el sol tiene sobre nuestro rostro. Como han demostrado las últimas investigaciones, la radiación UVA y UVB es capaz de atravesar las nubes, la ropa y el cristal. Incluso durante el invierno, o cuando se está sentado en un lugar a la sombra, expones constantemente tu piel al daño solar. La única barrera que los rayos solares no pueden atravesar es una capa hecha de protector solar (escoge aquella que te ofrezca un valor alto de SPF).

¡IMPORTANTE!

El sol hace que la piel envejezca más rápido y la mayoría de las veces conduce a problemas dermatológicos. Dado que la melanina absorbe los rayos UV, puedes considerar al bronceado como tu escudo natural. Recuerda, sin embargo, que no importa si estás tomando el sol o sólo caminando al aire libre, siempre deberías llevar protección solar.

2. Todos los tipos de piel, incluso las pieles grasas, necesitan hidratación

Todas las pieles necesitan reponer su agua con regularidad. A pesar de que los dermatólogos nos lo recuerdan continuamente, a veces nos olvidamos de ello y recurrimos al uso de productos secantes o astringentes para tratar la piel grasa. Sin embargo, incluso una piel que produce demasiado sebo necesita agua. Es imposible que controles la seborrea si no dejas que tu piel beba.

¡IMPORTANTE!

La hidratación es la base del cuidado de la piel. Sólo tienes que ver cómo reacciona una piel grasa a la falta de hidratación, produce un exceso de sebo para suplir el déficit de agua.

3. Desmaquillar y limpiar la piel del rostro son dos pasos esenciales del cuidado de la piel

¿Te acuestas con el maquillaje puesto? Hay que tener en cuenta que la suciedad, las toxinas y los residuos cosméticos que contaminan la piel del rostro causan un daño enorme y en realidad, esta es la forma más fácil de taponar los poros y las salidas de las glándulas sebáceas. Cuando te desmaquillas de forma inadeacuada y con prisas, o no te aseguras de que la piel está perfectamente limpia, impides el correcto funcionamiento de la piel. Las consecuencias son bastante desagradables: acné, puntos negros e incluso inflamaciones en situaciones extremas.

¡IMPORTANTE!

La limpieza diaria y el desmaquillado es la base de un cuidado de la piel efectivo. Y realmente, estos dos elementos son tan importantes como la hidratación y la protección solar. Al final, cuanto más limpia esté la piel, más nutrientes podrá absorber.

4. Ningún tipo de piel, incluida aquella con tendencia acnéica, debería exponerse a la deshidratación

Otra cosa que tenemos que señalar es que no importa qué tipo de piel tengas, aunque tenga unos brillos incontrolables o padezca acné, nunca debes exponerla a la deshidratación. Secar las lesiones no las hace desaparecer más rápido. En realidad, esta es la forma más agresiva de tratar el acné que, en la mayoría de casos, es producido por bacterias. Cuando intentas resecar la piel, empieza a producir más sebo. Además de eso, de esta forma alteras la barrera protectora natural de la piel, que se vuelve indefensa contra las bacterias que le producen el acné. Como es evidente, esto empeora la piel aún más.

¡IMPORTANTE!

Cuando está bien hidratada, la piel lleva a cabo sus procesos de auto-regeneración de manera mucho más efectiva y combate mejor el acné. Por último pero no menos importante, exponer tu piel a la deshidratación puede causar marcas post-acné.

5. Los aceites naturales son bien tolerados por todos los tipos de piel

Una vez restablezcas el agua de tu piel, deberías hacer algo para mantener estos adecuados niveles de hidratación de la piel. Esto puede conseguirse gracias a tratar la piel con sustancias que crean una capa oclusiva y previenen la pérdida de agua. Puede que hayas escuchado más de una vez que los aceites naturales son los mejores productos de belleza para tratar todos los tipos de piel pero, por alguna razón, ¿aún te da miedo que tu piel grasa no pueda afrontar una dosis adicional de aceite? Verás, los aceites son emolientes que ofrecen diversos niveles de ácidos grasos omega, y también difieren entre ellos en cuanto a su estructura. Esto significa que son aptos para todos los tipos de piel. Además, muchos aceites naturales como el aceite de tamanu, el aceite de cáñamo y el aceite de argán ¡están hechos para tratar y acondicionar la piel grasa!

¡IMPORTANTE!

Los aceites naturales de belleza son capaces de reconstruir la barrera hidrolipídica natural de la piel. Esto, a su vez, fortalece la piel y la protege de la pérdida de agua. Es innegable, todos los tipos de piel necesitan aceites naturales. Sólo tienes que intentar encontrar el adecuado para ti.